Alrededor del 97% del volumen de agua existente en nuestro planeta es agua salada y está contenida en océanos y mares; mientras que apenas algo menos del 3% es agua dulce o de baja salinidad. Del volumen total de agua dulce, estimado en unos 38 millones de kilómetros cúbicos, poco más del 75% está concentrado en casquetes polares, nieves eternas y glaciares; el 21% está almacenado en el subsuelo, y el 4% restante corresponde a los cuerpos y cursos de agua superficial (lagos y ríos).
El agua dulce almacenada en el subsuelo es muy superior a la existente en las corrientes superficiales; pero sólo es aprovechable en parte, debido a limitaciones físicas y económicas. Gran parte del agua dulce aprovechable transita y se almacena en los primeros 1,000 metros a partir de la superficie del terreno, donde se alojan los acuíferos de mayor permeabilidad, de renovación más activa, económicamente accesibles y con agua de buena calidad.
Aquí te presentamos 10 maneras sencillas de cuidarla desde tu casa.
1. Coloca una o dos botellas llenas de agua dentro del compartimento de recarga del inodoro.
2. Cierra la llave mientras te cepillas los dientes o te afeitas.
3. Llena la lavadora y lavavajillas a su máxima capacidad cada vez que las utilices y renueva los modelos viejos por nuevos de bajo consumo.
4. Riega el jardín temprano en la mañana o al anochecer para evitar la evaporación del agua.
5. Vigila el estado de los grifos de tu casa y repáralos si gotean.
6. Cierra la llave de la regadera mientras te enjabonas.
7. Tira los papeles y desechos en el bote de basura y no en el inodoro.
8. Utiliza un plato hondo para lavar frutas y verduras y aprovecha esa agua para regar las plantas.
9. Coloca un plato debajo de las macetas, esto ayuda a mantener la tierra húmeda por más tiempo.
10. Lava tu auto usando una cubeta, ya que gastas mucho menos agua que cuando lo haces con la manguera.